Y si la clave fuese…»Mandar cada día nuestro cerebro al patio del recreo»

La autora asegura que nuestro día empieza cuando nos acostamos

  • «¡Manda cada día tu cerebro al patio del recreo!»

La pedagoga y ‘coach’ Marta Romo publica el libro ‘Entrena tu cerebro’ con claves y prácticas cotidianas para sacarle el máximo partido a nuestra mente

El ejercicio físico, especialmente el aeróbico, es muy sano para nuestro cerebro, pero eso no es suficiente para cuidar nuestra neuroplasticidad, que es la que nos puede dar esperanzas frente a las dificultades del día a día e incluso frente a las enfermedades degenerativas. La pedagoga, coach y psicoterapeuta Marta Romo acaba de publicar el libro Entrena tu cerebro (Alienta editorial), con el que da claves para sacar máximo partido a nuestra mente a partir de unas prácticas cotidianas para incluir en el día a día y que están relacionadas con las emociones, la conexión social, el juego, el sueño, la alimentación, el ejercicio físico e incluso la actividad de no hacer nada. Romo está convencida que el campo de la neuroplasticidad aún queda mucho trabajo por hacer, es por ello que considera imprescindible retar diariamente nuestro cerebro, un músculo con más de 100.000 millones de neuronas, que no sólo se acaban muriendo con el paso de los años sino que, contrariamente a lo que se creía, también se pueden generar de nuevas. La autora asegura que no somos conscientes de que el cerebro está en nuestras manos, y que podemos incidir en él directamente y llegar a una edad adulta con un buen cerebro. 


Hay muchas personas que asocian la gimnasia mental con el ejercicio físico. ¿Qué debemos entender por entrenar nuestro cerebro?

La gimnasia mental también está muy vinculada con mover el cuerpo. Cuando trabajamos con el cuerpo lo que buscamos es hacer ejercicio aeróbico porque, desde hace muy poquito, se ha demostrado que hay una proteína, la BDNF, que alimenta el tejido neuronal y hace que podamos generar nuevas neuronas. Para tener nuevo tejido, uno de los ejercicios más potentes es la parte más física. 

Pero no nos quedamos ahí…

Ni mucho menos. Hay una parte muy importante que tiene que ver con retar al cerebro. Todos los ejercicios que te hacen coordinar lado derecho con izquierdo, tren superior con tren inferior, ya son retos para el cerebro.

Tradúzcalo en una práctica cotidiana

Prueba de hacer un ocho con el dedo derecho y con la pierna izquierda hacer el mismo número pero en el sentido opuesto. O, simplemente, cambiar cada día la ruta para llegar al trabajo. Son pequeños retos.

¿Qué sucede en nuestro cerebro si hacemos eso?

Si retamos al cerebro lo que estamos haciendo es provocar nuevas conexiones, sino lo que pasa es que el cerebro vuelve a lo de siempre. Si no estimulamos otras partes suyas, al final es imposible que crezca. 

En el cerebro también albergamos los pensamientos o emociones como el miedo que, en muchas ocasiones, nos paralizan. ¿Cómo podemos plantar cara a estos saboteadores para que nuestro reto nos obligue a salir de la zona de confort?

Los pensamientos boicoteadores hacen mucho ruido porque están alimentados por creencias que llevan ahí desde hace mucho tiempo y nos acompañan desde que somos pequeños. Estos pensamientos hacen, literalmente, mucho ruido porque los hemos oído tantas veces en nuestra cabeza, que disponen de una especie de autopista para ellos. Mientras que los pensamientos nuevos, que pueden ser estos pensamientos más forjadores o potenciadores, tienen menos conexiones y hacen menos ruido. Poner foco a estos pensamientos con mucha fuerza de voluntad es básico. Tienes que retar cada día a tu cerebro para que esos nuevos pensamientos hagan otra autopista y los escuches con más facilidad. 

Entiendo que la repetición es la estrategia básica para adquirir nuevos hábitos…

Completamente. Cerebralmente hablando, lo que hacemos cuando repetimos algo es segregar mielina, que es una especie de aislante que cubre todo el tejido neuronal y hace que la información sea más ágil. Todo lo que tiene que ver con el entrenamiento cerebral está basado en la repetición, trabajar un poco cada día. 

Trabajar un poco cada día implica tener mucha voluntad. ¿Cómo podemos alimentarla?

Lo primero es aceptar y entender que la fuerza de voluntad es un músculo que se agota. Muchas veces nos proponemos cosas y llegamos faltos de reserva de fuerza de voluntad porque llevamos todo el día tomando decisiones o gestionando conflictos. Hay que descansar la fuerza de voluntad, jugando o no haciendo nada, porque lo que eso hace es relajar la tensión que tenemos constantemente. ¿Cómo se alimenta? Descansando, con glucosa, hidratación y oxígeno. Con estos elementos el cerebro carga pilas. También recomiendo, de vez en cuando, dejarse llevar.

¿En qué sentido?

Muchas veces, y seguro que a más de uno le ha pasado, te vas a poner a hacer algo importante, pero antes te entran ganas de mirar redes sociales o hacer alguna cosa por casa. Durante ese proceso de distracción, que cuando sucede hace que nos juzguemos mucho, el cerebro está buscándose aliados para cargarse las pilas y poner la voluntad y la capacidad de esforzarse para hacer algo importante. Es necesario respetar esos momentos de distracción.

Tenía entendido que eso nos podía desconcentrar más…

El cerebro es muy sabio, y si te manda como impulso que vayas a la cocina a tomarte algo y descanses es porque lo necesita. Si haces ese descanso, cuando te sientes vas a aprovechar más el tiempo.

¿Cuál es la media de tiempo que nuestro cerebro puede aguantar concentrado y trabajando a ritmo alto?

Se habla de unos 90 minutos y hay que tener en cuenta que si no hay un 100% de atención en lo que haces ya no es atención. De ahí, todo el entrenamiento que tiene que ver con la meditación y el mindfulness, es decir, estar en el momento presente. Si estás en un 99% es que ya hay otra cosa por ahí. El cerebro es un órgano de supervivencia absoluta y de presente, pero la mente está constantemente en el futuro o en el pasado. Cuando conectas el cerebro con esa capacidad de estar en el presente es cuando das lo mejor de ti mismo y tienes esa capacidad de atención plena. 

Vimos en un momento en el que el estrés está al orden del día. Usted asegura, incluso, que nuestro cerebro no está preparado para la vida moderna…

No. No es que haya aumentado el estrés, sino los estímulos y la cantidad de información que recibimos por segundo y la cantidad de tareas que somos capaces de hacer y que antes no teníamos la necesidad, y esto es lo que genera el estrés. Ha aumentado la información, la agilidad y la rapidez pero, sin embargo, no hemos regulado los tiempos. Probablemente, nos iría mucho mejor si redujéramos las jornadas de trabajo laboral, por ejemplo. Seríamos más productivos y, en menos tiempo, lograríamos mejores resultados. Es como si el mundo digital fuera por un sitio mientras que el mundo social todavía no se ha sumado a ese carro y hay un desfase brutal que nos provoca todo ese estrés.

Todos hemos escuchado en algún momento de nuestra vida que un buen descanso es básico para afrontar el día pero usted va más allá y asegura que nuestro día empieza cuando nos acostamos. ¿Qué sucede en nuestro cerebro por la noche?

Si hemos llegado hasta nuestros días durmiendo es porque tiene un sentido vital absoluto. Hay muchísimas enfermedades asociadas a la falta o al exceso de sueño. Normalmente, seis horas y media es el tiempo que necesita el cerebro para hacer todos los procesos que tiene que hacer. Lo primero que hace es limpiar: cuando dormimos se contraen algunas células y hay muchísimo más espacio para que el líquido que limpia junto con la adenosina elimine todos los tóxicos que se han ido acumulando a lo largo del día. De hecho, sabemos que hay algunas enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o el parkinson que están vinculadas a una ausencia de sueño. El cerebro lo que hace en ese momento del sueño es organizar esa información, la coloca en compartimentos por similitud y deshecha la información que considera que no es relevante. De tal manera que, al día siguiente, tienes espacio para recibir nueva información. Si nos has hecho ese proceso, al día siguiente estarás saturado. Por eso digo siempre que el día empieza cuando te acuestas. 

También habla de la importancia de no hacer nada, algo que en nuestra sociedad se asocia con la pérdida de tiempo. ¿Qué implica saber no hacer nada?

No hacer nada mejora nuestro estado cerebral, significa mandar al cerebro al patio del recreo. No hacer nada no es ponerse a leer, centrarse en la respiración o meditar. No hacer nada es dejar hacer al cerebro lo que le venga en gana en ese momento, que piense lo que quiera o lo que pida en ese momento. Por un lado estás relajando muchísimo, por otro lado, cuando incorporas en tu día a día esos momentos de no hacer nada te das cuenta que son momentos de lucidez. Como estás quieto, empiezas a oír esas conexiones cerebrales nuevas que en el día a día no escuchas. 

Es por ello que muchas veces la inspiración nos sorprende en la ducha, o, incluso, conduciendo…

Exacto. Son actividades automáticas que el cerebro recibe es como si no estuviéramos haciendo nada porque para él es un hábito o una rutina y no tiene que pensar.

No sé yo si nos cuesta más hacer algo o no hacer absolutamente nada…

(Ríe) Creo que cuesta más no hacer nada.

Hábleme de las emociones a las que muchas veces dejamos tan olvidadas. ¿Cómo las debemos gestionar en nuestro día a día?

Hay que saber dejarlas pasar y eso implica varias cosas: ser conscientes de que están, darles un lugar, y después entender por qué ha aparecido esa emoción. Si no entiendes qué información da la tristeza, por ejemplo, difícilmente vas a hacer algo al respecto. Y si no haces algo al respecto, te quedas triste. El proceso sería darse cuenta primero de cómo estás, entender cuál es el sentido de estar así y después moverte. Si alguna de esas tres partes falla, la identificación, la empatía con la emoción o el movimiento, la emoción se queda allí. Los neurotransmisores que se generan con esa emoción se quedan en el torrente sanguíneo y tenemos mucho más toxicidad en nuestro cuerpo si hacemos caso omiso a esas emociones.

Parece que está sociedad occidental da la espalda, de manera especial, a las emociones negativas: no te enfades, no estés triste, no te aburras…

Cierto, cuando el aburrimiento es una emoción maravillosa; fruto de este aburrimiento salen un montón de cosas creativas, por ejemplo en los niños. Es cierto que son emociones muy penalizadas, pero son emociones que están ahí y que tienen un sentido. Darles la espalda no es la solución, al contrario, dan información muy valiosa sobre dónde están tus límites. Las emociones “negativas” son muy positivas (Sonríe). 

Introduce también el concepto del juego, algo que, desgraciadamente, parece que perdemos al hacernos mayores. ¿Qué implica seguir jugando y cómo hay que hacerlo para contribuir a tener ese cerebro sano?

Es una pena porque el juego en todos los mamíferos es un indicativo de salud mental. Cualquier animal que deje de jugar, tenga la edad que tenga, es porque tiene un problema mental. Sin embargo, los adultos hemos dejado de jugar y no nos preguntamos si tenemos algún problema, cuando yo creo que sí. El juego es necesario porque nos permite simular la realidad, algo que necesita nuestro cerebro: jugar con lo real de manera imaginaria. Es una forma de entrenarse para que, cuando suceda realmente, tu cerebro ya lo haya podido manipular. Por otra parte, en el juego se permite el error. Cuando entras en modo juego te relajas de tal manera que puedes atreverte a hacer cosas que normalmente no haces o que en el mundo formal no suceden. Finalmente, el juego es la mejor manera que tenemos los seres humanos para aprender. Hay un neurotransmisor que se asocia al juego o al placer, la dopamina, y que es como el pegamento de la memoria, hace que se fijen los recuerdos y todo lo que aprendemos. Si no hay dopamina no hay aprendizaje. En la medida que tenemos juego en nuestro día a día generamos más dopamina y tenemos más receptividad a la hora de aprender cosas. 

Algún lector puede pensar ahora mismo: diez minutos al día de juego, diez minutos de meditación, diez minutos de no hacer nada, otros diez de deporte. ¡Esto va camino de ser un estrés!

Hablo de poco tiempo para que no sea estresante, cinco o diez minutos, lo que sí que es importante es que sea cada día. Lo interesante de trabajar con distintas actividades que lo que hacen es activar distintas partes de tu cerebro y distintas ondas, por lo tanto, distinta química, es que tu vas trabajando tu flexibilidad. Si cada día vas incorporando todo esto llega un momento en que vas a tener esa capacidad de estar en cada momento en la tarea que quieras estar. Es simplemente cambiar de frecuencia o de estado mental, porque sino estamos constantemente en ondas beta, que son las que tenemos cuando estamos haciendo tareas, o en ondas zeta cuando te vas a la cama. 

¿Es posible engañar a nuestro cerebro?

Más bien es al revés. El cerebro comete muchas trampas para utilizar menos energía, por ejemplo con la vista o con otros sentidos. Se puede engañar a nuestro cerebro más humano que es el neocórtex, que es donde está todo lo que tiene que ver con el pensamiento estratégico, la imaginación, el lenguaje, etc. Al cerebro emocional y visceral, que es el sistema reticular, ya es más difícil de engañar.

 Albert Doménech es periodista y autor de esta entrevista de Marta Romo para La Vanguardia. Puedes seguirle en Twitter en @albertdomenech

La distancia más larga, un cortometraje sobre Alzheimer

Ópera prima de la productora «7mo Arte», cortometraje sobre la enfermedad de Alzheimer

Sinopsis:
Don Francisco es un periodista jubilado, quien al enterarse que sufre de la enfermedad de Alzheimer, cae en un dilema existencial y tomará una decisión que cambiará su vida y la de su familia. Al mismo tiempo, Lorena y Luciano, hijos de Don Francisco, tendrán que decidir sobre el futuro de su padre, dejarlo en un asilo o cuidarlo ellos mismos; situación que generará un conflicto entre los hermanos y que finalmente influirá en la determinación de Don Francisco.

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Facebook: https://www.facebook.com/7moArteTls
Guión y dirección: Jack Wu
Cámara: Hamer Valladares
Producción: Jimena Tejada y Noelia Bejarano
Dirección de fotografía: Javier Zea
Dirección de arte: Noelia Bejarano
Edición y post-producción: Jack Wu y Hamer Valladares
Sonido: Ada López

Reparto:
Enrique Victoria – Francisco Navarro
Mónica Mora – Lorena Navarro
Kike Mora – Luciano Navarro
Frank Mejía – Javier Pinillos

Música:
Hammerstein Trio – Piano Trio No. 2 in E flat Major, Op. 100, 2nd Movement (Franz Schubert)
Hammerstein Trio – Piano Trio No. 2, 3rd Movement (Dimitri Shostakovich)
Steve Chan – Hopeful thoughts (Freeplaymusic)
Steve Chan – Everlasting sadness (Freeplaymusic)

“El Huaso”, un honesto e intenso retrato familiar que aborda el tema de la eutanasia entorno al Alzheimer.

«El relato, que parte con la promesa de adentrarse en un tema tan actual como la eutanasia, termina siendo un dispositivo que ahonda no sólo en la muerte, sino en las estructuras de poder dentro de una familia patriarcal (razón del título El Huaso), que determinan el actuar de sus integrantes»

El Mostrador

El drama familiar de un hombre que piensa acabar con su vida a causa de un posible Alzheimer

Hace unas semanas ya os hablamos de este documental chileno de nombre «El Huaso» del director Carlo Guillermo Proto, Hoy os traemos un poco más de información y un vídeo, donde el propio Carlo Guillermo, explica algunos detalles importantes.

“El Huaso” estará durante todo agosto  en Iquique , una obra que invita al espectador a ser parte de un drama familiar sobre la inminente muerte de un ser querido que pocos pueden comprender.

La obra, para quienes no leísteis la anterior entrada, trata de Gustavo, padre de familia quien está dispuesto a terminar con su vida producto de un posible diagnóstico de Alzheimer, enfermedad que mató a su madre hace cinco años y cuyo episodio aún no ha podido superar.

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Carlo Guillermo Proto, realizador de esta cinta, hijo del protagonista quien decidió realizar este documental como una manera de plasmar en no más de 78 minutos el relato de su padre como una historia íntima a través de la pantalla y que tiene un final sorprendente.

La película se proyectó entre el 11 y 13 de agosto, (mañana 14 tambien al haberse suspendido la proyeccción del día de hoy) el teatro Estibadores Marítimos ubicado en San Martín 344, con una adhesión de $ 1.000, aunque habrá más pases que podéis ver aquí

¡ No os la perdáis !

Medico de Familia Responde: ¿Pérdida de Memoria o Alzheimer? Mira esto…

¿Pérdida de memoria o Alzheimer?

Considero la enfermedad de Alzheimer (EA) como una de las más duras para la persona afectada y su entorno. Desde las primeras manifestaciones como tal enfermedad el camino es largo, exigente para la persona y su entorno, tanto familiar como social, siendo cada vez más evidente que el conocimiento del proceso por todos, desde la persona afectada a la sociedad en general, es clave para amortiguar los efectos de su desarrollo. En esto me parece fundamental la labor desarrollada por instituciones como kNOW ALZHEIMER, cuya página web os invito a visitar.

Las primeras consultas por este proceso suelen ocurrir cuando una persona o familiar acude por algunos olvidos, perdida de facultades, cambios de carácter o muy frecuentemente por la noticia de que a un conocido se le ha diagnosticado la EA. Serian los primeros síntomas de alarma que la Alzheimer´s Association ha definido en el siguiente listado:

  • Cambios de memoria que afectan a la vida cotidiana (de información recién aprendida, de fechas o eventos importantes, repetir preguntas…)
  • Dificultad para planificar o resolver problemas (liarse con el dinero o no conseguir hacer una receta de cocina…)
  • Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, el trabajo o en el tiempo libre. (dificultad para jugar al domino, para ir de pesca…)
  • Desorientación en el tiempo y lugar. (perderse en el barrio, o no saber como ha llegado a un lugar…)
  • Dificultad para comprender imágenes visuales y relacionar objetos en el entorno (no identificarse ante un espejo…)
  • Problemas nuevos con el lenguaje oral y escrito. (No reconocer el significado de una palabra, dificultad para leer…)
  • Colocar objetos fuera de su lugar habitual y ser incapaz de recuperarlo (dejar el mando a distancia en el frigorífico…)
  • Disminución o falta de juicio para tomar decisiones (descuidar la higiene, compras inadecuadas…)
  • Pérdida de iniciativa a la hora de tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales (dejan de involucrarse en proyectos o practicar deportes…)
  • Cambios en el humor o la personalidad (enfado fácil, recelos, depresión…)

Que podéis ver en el siguiente video:

Cuando alguno de estos síntomas está presentes en una persona es recomendable acudir a su médico de Atención Primaria para evaluar y establecer un plan de cuidados y seguimiento por los profesionales más adecuados.

Como ninguno de los síntomas es clave para asegurarnos su presencia, actualmente el diagnostico de la EA es fundamentalmente clínico, basado en la entrevista clínica y la exploración. Y dado que tiene un carácter progresivo es posible que el diagnostico se realice en las fases precoces o en fases avanzadas.

No disponemos de un “test de evaluación del conocimiento” que sea totalmente fiable para el diagnóstico, los existentes tienen muchas limitaciones estando influenciados por la edad, el sexo, el nivel cultural, educativo e incluso social. Los más utilizados son el Mini-Mental State Examination y el examen cognitivo de Lobo, que carecen de evidencia científica para aplicar como test de diagnostico o cribado a la población mayor de 65 años . En mi práctica clínica utilizo mucho la información que puede aportar el familiar o la persona que le cuida , a los cuales les entrego el test del informador (enlace alternativo) para que compare como era el familiar hace 5 o 10 años y como lo es en el momento actual que parece presentar un deterioro de la memoria, siendo el resultado de este test independiente de la inteligencia previa, el nivel de escolarización y de la edad. A la vez lo utilizo esta información como una herramienta de observación y seguimiento del paciente para estar alerta respecto a aquellos aspectos que nos pueden dar la clave para diferenciar el deterioro mental asociado a la edad de los síntomas de EA, y que se refiere en la siguiente tabla de la Alzheimer´s Association

sintomas-conductuales-demencias-alzheimer

Como en otras enfermedades crónicas y complejas no conocemos la causa exacta, si se han identificado algunos factores de riesgo que están relacionados con el desarrollo de la EA pudiendo realizar recomendaciones para eliminar algunos de estos factores y promover algunos factores de protección frente al deterioro cognitivo.

Poco podemos hacer frente a alguno de los principales factor de riesgo no modificables de desarrollo de una demencia como son la edad, a partir de los 65 años los casos se duplican cada 5 años, y el sexo femenino.

El nivel educativo bajo aparece como uno de los factores de riesgo más presentes en los estudios realizados, por ello elevar el nivel educativo de la población general debe ser una prioridad en la promoción de la salud.

Prevenir y tratar adecuadamente la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado repercutirá en la menor posibilidad de tener enfermedad cerebrovascular y del posterior desarrollo de demencia.

Otros factores considerados de riesgo para la EA son las alteraciones del tiroides, la depresión o el aislamiento social.

Y como factor protector se considera tener “hábitos de vida saludable”, que venimos tratando en el blog y que ya sabemos seria no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol, realizar ejercicio físico de forma regular y llevar una alimentación sana y equilibrada, especialmente para la EA se recomienda que sea baja en grasa y alta en omega-3, vitamina B12. ácido fólico y antioxidantes, cuyo prototipo lo podemos encontrar en la dieta mediterránea.

Francisco Carlos Carramiñana Barrera – Blogs Hoy Médico de familia en el Centro de Salud de San Roque de Badajoz

‘Al otro lado del espejo: el Mal de Alzheimer’

el-lince-con-botas-alzheimer-extremadura.tv

La padecen hoy millones de seres humanos, y unos 600.000 en nuestro país, y va en aumento. Incurable y terminal, aparece con mayor frecuencia en personas mayores. Un apagón progresivo de la razón, de la inteligencia… Parecen desde entonces puertas desiertas las ventanas del alma… ¿Lo están realmente? …

‘Al otro lado del espejo: el Mal de Alzheimer’

El lince con botas 3.0, producido por Libre Producciones 

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Canal Extremadura A La Carta

Buscan a Luis Armas »Mario», desaparecido este domingo en El Hierro.

Canarias – 28/07/2014
Redacción TelevisiónCanaria

Buscan a Luis Armas »Mario», desaparecido este domingo en El Hierro

Luis-Armas-Mario

Cerca de 80 personas, entre efectivos de AEA, Guardia Civil, Personal del Cabildo insular, el helicóptero del Gobierno, la unidad canina de rescate así como decenas de voluntarios continúan buscando a Luis Armas, conocido como Mario, de 74 años y vecino de Tigaday (La Frontera).

islas-canariasEl anciano padece principios de alzhéimer y salió este domingo a dar un paseo sobre las 8:30. Según los primeros indicios hizo ‘auto-stop’ y pidió que le llevaran hasta la zona forestal de El Salvador, donde se centra la búsqueda. Ese fue el último lugar donde fue visto. Llevaba chandal beige y con una gorra también beige.

El alcalde de La Frontera, David Cabrera de León, ha informado de que se reanudado la búsqueda en la zona de San Salvador, así como las zonas adyacentes en la zona de la cumbre.

De León ha señalado que a las tareas de localización se unirá el equipo de perros de salvamento de AEA La Palma, que esta siendo desplazado hasta la isla en helicóptero.

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Fuente

Proyecto innovador de equinoterapia de Alzheimer León

Alzheimer León pondrá en marcha un proyecto pionero de equinoterapia para sus usuarios

Alzheimer León va a poner en marcha un proyecto pionero de equinoterapia para tratar a pacientes con esta enfermedad tras contar con el apoyo económico de SVK Seguros, que va a financiar esta terapia.

equinoterapia aplicada para alzheimer
Imagen cortesía de seraphim12foundation.org

La asociación leonesa ha sido una de las ganadoras de la campaña ‘Tú decides‘ en la que DKV otorga ayudas a nueve proyectos sociales. En concreto, recibirá 12.000 euros para realizar terapia ecuestre con sus usuarios en las instalaciones de la Fundación Carriegos, de la que se podrán beneficiar un centenar de enfermos, han informado fuentes de la asociación.

Para desarrollar la actividad, un equipo multidisciplinar, compuesto por terapeutas ocupacionales, gerocultores, voluntarios y expertos en equinoterapia, trabajará con los pacientes los sentidos y la percepción usando como herramienta el caballo en actividades de estímulo sensorial y reminiscencia. El objetivo de la asociación es realizar un total de 23 sesiones, una por semana, con una media de siete u ocho participantes por sesión, dependiendo del estadio de la enfermedad en el que se encuentren, han agregado las mismas fuentes.

www.20minutos.es

Ver segunda parte del vídeo

Web Alzheimer León

Patrones de prosodia expresiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer

Hola, os dejo esta interesante entrada del blog  de Formación Alzheimer 

“Buenos días amigos:

Comenzamos la semana con la investigación llevada a cabo por Francisco Martínez-Sánchez (Universidad de Murcia), Juan José García Meilán (Universidad de Salamanca) Enrique Pérez (Instituto Gerontológico Matia) Juan Carro (Universidad de Salamanca) y José María Arana (Universidad de Salamanca) en relación al los «Patrones de prosodia expresiva en pacientes con enfermedad de Alzheimer»

Si bien inicialmente el centro de interés para los investigadores de la Enfermedad de Alzheimer (EdA) fue el estudio del deterioro de la memoria, potencialmente asociado a los cambios patológicos en las estructuras temporales mesiales izquierdas, como síntoma predominante durante las primeras fases de la enfermedad (Storey,Kinsella y Slavin, 2001), más recientemente (Germano y Kinsella,2005) se ha instado a valorar las fases de deterioro tempranas, con el objeto de identificar marcadores neurológicos, neuroradiológicos y neuropsicológicos tempranos capaces de ofrecer información que facilite el desarrollo de estrategias terapéuticas efectivas(Monti, Poletti y Zago, 2008). El interés por identificar marcadores preclínicos de la EdA está justificado por la ausencia de síntomas fiables y válidos que faciliten el diagnóstico temprano, antes de la aparición de déficits irreversibles, ya que el desarrollo de esta demencia es lento e insidioso (Galton, Patterson, Xuereb y Hodges,2000) Mientras que la literatura clásica ha valorado predominantemente el deterioro en la memoria, los aspectos relacionados con lenguaje han recibido poca atención. El habla del enfermo con EdA es fluida, articulada y, en general, preservada fonológica y morfosintácticamente (Bayles, 2003) hasta las fases avanzadas de la enfermedad, salvo en los procesos lingüísticos asociados a la memoria léxico-semántica (Ullman, 2004). Así, por ejemplo, los pacientes con EdA experimentan anomia, reducida fluidez verbal, incremento en los errores parafásicos y, en general, dificultades en el discurso que se hace más evidente conforme avanza la enfermedad (Facal et al., 2009).Todos estos déficit reflejan alteraciones en el lenguaje que implican daños en las representaciones léxico-semánticas o dificultades en el acceso a las representaciones léxico-semánticas (Ullman, 2004).

Diversos estudios han demostrado que el estudio del lenguaje en pacientes con EdA muestra características específicas años antes del diagnóstico confirmatorio (Deramecourt et al., 2010; Mesulam, et al., 2008), lo que lo hace especialmente útil para la detección del deterioro cognitivo ligero (Garrard, Maloney, Hodges y Patterson, 2005); el meta-análisis realizado por Bäckman, Jones, Berger, Laukka y Small (2005) concluye que el deterioro del lenguaje muestra un tamaño de efecto significativo de deterioro cognitivo en pacientes preclínicos con EdA, años antes del establecimiento del diagnóstico clínico Se ha estudiado también profusamente la prosodia del habla espontánea en pacientes con EdA (Kemper, Thompson y Marquis, 2001; Kertesz y Muñoz, 2003; Schwartz, Federmeier, Van Petten, Salmon y Kutas, 2003; Forbes-McKay y Venneri, 2005), dada su facilidad de evaluación y el mínimo malestar que produce en el paciente (Hoffmann et al., 2010).

La mayoría de estos estudios se han centrado en la prosodia emocional comprensiva. Éstos han puesto de manifiesto que los sujetos con EdA muestran alteraciones en la prosodia emocional comprensiva (Cadieux y Greve, 1997; Roberts, Ingram, Lamar y Green, 1996), déficits que son anteriores y más evidentes que los que se producen en otras capacidades lingüísticas (Taler, Baum, Chertkow y Saumier, 2008), y se hacen tanto más severos conforme avanza la demencia (Testa, Beatty, Gleason, orbello y ross,2001). Otros estudios, por el contrario, no informan haber encontrado relación entre EdA y reconocimiento de prosodia emocional, como es el caso del trabajo de Drapeau et al. (2009).

Es preciso señalar que las dificultades para reconocer la prosodia emocional están también, aunque en menor medida, presentes en ancianos sin patología neurodegenerativa, en los que los procesos de identificación emocional, especialmente vocal, se ven afectados por la edad (ruffman, Henry, Livingstone y Phillips, 2008).

En este estudio se valoran los patrones prosódicos diferenciales entre un grupo de pacientes con EdA y un grupo de control. La importancia del estudio de la prosodia estriba en que ésta influye decisivamente en el sistema de comunicación. En el habla no solo percibimos la melodía, los cambios en la altura tonal, producida por las variaciones en la frecuencia de abertura y cierre de las cuerdas vocales, sino también el resultado de los cambios de ritmo, velocidad, entonación, pausas, intensidad y otros cambios espectrales, que se manifiestan mediante incrementos en la intensidad de las vocales y sus picos sonoros, que son percibidos por el oyente como variaciones melódicas, e interpretados subjetivamente como señales de carácter paralingüístico, esenciales para la comprensión e interpretación del enunciado (Velázquez, 2008), así como para señalar el estado afectivo y motivacional del hablante (Patel, 2006).

Las tareas con las que se ha valorado la prosodia son variadas; en ellas se ha utilizado desde el lenguaje espontáneo estudiando los parámetros acústicos dependientes de la F0, la intensidad y duración de las pausas, hasta otros estudios en que se han valorado las características prosódicas del habla por un grupo de jueces. Todos los estudios que han realizado análisis acústicos prosódicos se han visto limitados por lo costoso que es la transcripción prosódica dentro de las curvas melódicas, empleado sonogramas y espectrogramas.

En este trabajo proponemos como alternativa el uso de la transcripción automática prosódica. Este procedimiento acelera el tedioso trabajo que precisan los métodos manuales en textos de larga duración, a la vez que evitan las variaciones en los resultados obtenidos por distintos jueces, lográndose tasas de entre el 85 y el 95% de estilizaciones correctas del núcleo vocálico (Degand y Simon, 2008).

Descargar.

https://alzheimeruniversal.eu/wp-content/uploads/2014/07/Patrones-prosodia-expresiva-pacientes-enfermedad-Alzheimer.pdf

Reportaje: «Detectar el alzhéimer a través de la voz»