Cambio de roles en la demencia

Cambio de roles: El impacto emocional y la transformación de roles en el cuidador

Ser cuidador de una persona con demencia implica un cambio profundo en las responsabilidades y los papeles que desempeña dentro de su familia y en su entorno social. Hoy hablamos de los cambios de roles, lo que ello supone, y cómo afrontarlos.

Un giro inesperado en la dinámica familiar

Por un lado, debes proporcionar un cuidado continuo a medida que la enfermedad avanza. Por otro, tus responsabilidades aumentan, ya que tendrás que asumir tareas que antes realizaba el paciente. Esto puede incluir desde gestiones del hogar hasta la administración de medicamentos o decisiones financieras.

El hecho de que todo esto ocurra de manera inesperada y sin preparación previa añade un nivel extra de complejidad. Es muy probable que tengas que aprender cosas nuevas rápidamente para poder brindar el apoyo necesario.

La carga emocional de los nuevos roles

Al adoptar responsabilidades que antes correspondían al paciente, muchos cuidadores se enfrentan a información que desconocían. Por ejemplo, pueden descubrir aspectos del manejo financiero del paciente que nunca habían supervisado. Además, es posible que se vean en la necesidad de tomar decisiones que antes no formaban parte de su día a día.

Este proceso de aprendizaje requiere tiempo y dedicación, dos recursos que pueden ser escasos cuando se cuida a alguien que necesita atención constante. Es completamente natural sentir frustración y tristeza al ver que el paciente ya no puede hacer lo que solía hacer.

Sentirse así es normal. Lo más importante es reconocer tus emociones y buscar ayuda para manejar las nuevas responsabilidades. Recuerda que no tienes que hacerlo todo solo/a.

La inversión o cambio de roles: cuando los hijos cuidan de los padres

En muchos casos, los hijos e hijas enfrentan dificultades con lo que se conoce como «inversión de roles», es decir, el momento en el que deben hacerse cargo del cuidado de su madre o padre con demencia.

El tipo de relación que se haya tenido con los padres influirá en la dinámica del cuidado. Por ejemplo:

  • Si la relación ha sido distante, es posible que asumir este rol genere incomodidad.
  • Si los padres han sido independientes, puede resultar difícil para ambas partes aceptar el cambio.
  • Ayudar con tareas como el aseo personal puede ser una fuente de estrés tanto para el cuidador como para el paciente.
  • A su vez, el paciente puede sentirse frustrado al perder su autonomía y depender de otros para tomar decisiones.

Consejos para afrontar el cambio de roles

  • Acepta que el cambio de roles es un proceso: Adaptarse lleva tiempo y es normal sentir resistencia al principio.
  • Comunica sus sentimientos: Hablar con familiares o profesionales puede ayudar a aliviar la carga emocional.
  • No intentes hacerlo todo solo/a: Delegar tareas en otras personas es clave para evitar el agotamiento.
  • Respeta los tiempos del paciente: La frustración es mutua; ten paciencia y empatía.
  • Recuerda que no es una decisión personal: La demencia cambia la dinámica familiar, pero no es culpa de nadie.

Pasar por este proceso requiere tiempo, paciencia y comprensión. No olvides que estos cambios son producto de la enfermedad, no una decisión del paciente.

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