Manejar las emociones: Agotamiento
Tu salud física y mental son los dos elementos básicos con los que tienes que contar para poder prestar el cuidado a la persona que tiene Alzheimer. (enlace a nuestra página en Facebook).
Cuidamos de nuestros enfermos, pero, ¿quién cuida de nosotros?
Cuidar al Cuidador (Y al cuidador, ¿quién lo cuida?)» es una iniciativa crucial que reconoce la importancia y los desafíos que enfrentan las personas que cuidan a otros. Este enfoque se centra en proporcionar apoyo, recursos y estrategias para mejorar el bienestar físico, emocional y social de los cuidadores.
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Tu salud física y mental son los dos elementos básicos con los que tienes que contar para poder prestar el cuidado a la persona que tiene Alzheimer. (enlace a nuestra página en Facebook).
Muchos cuidadores se sorprenden y se sienten mal cuando se dan cuenta que sienten ira o resentimiento hacia la persona que cuidan. Sin embargo, sentir ira o resentimiento es común entre muchos cuidadores.
Lo importante es poder reconocerlo y explorar qué cosas están contribuyendo a esos sentimientos.
Debido al impacto que ocasiona la enfermedad de Alzheimer en la vida diaria del enfermo, la labor del cuidador es clave para tratar a los pacientes con esta enfermedad.
A medida que el diagnóstico progresa los enfermos empeoran y se vuelven cada vez más dependientes, haciéndose necesaria la continua adaptación para la resolución de problemas a los que el cuidador se puede ir viendo abocado.
A continuación veremos en este artículo algunas recomendaciones de como el cuidador puede abordar estos problemas y tratarlos.
Los adultos mayores autónomos o co-dependientes, con deterioro físico o cognitivo, por ejemplo Alzheimer, que tengan alguna discapacidad sensorial y de movilidad, necesitan mantener relaciones sanas con su entorno y retrasar en alguna manera dichas condiciones.
Este tipo de servicios, como son los Centros de Día, facilitan la participación, inclusión y atención integral, tanto para los adultos mayores autónomos o co-dependientes, con deterioro físico o cognitivo, por ejemplo Alzheimer, que tengan alguna discapacidad sensorial y de movilidad. Personas que necesitan mantener relaciones sanas con su entorno y retrasar en alguna manera dichas condiciones o incluso prevenirlas.
En Alzheimer Universal nos congratula poder ofrecerte de manera totalmente gratuita estos cursos o módulos de formación con los que podrás reciclarte en los conocimientos referentes al cuidado de personas enfermas de Alzheimer u otras demencias. Son módulos que puedes descargar a continuación, en formato pdf, con ilustraciones explicativas y totalmente gratis. Ya puedes empezar a descargar e ir estudiando libremente en la comodidad de tu casa y en esos ratos que el cuidado de tu familiar te lo permite.
GLORIA MARTIN DIEZ
Colg. GZ 00772
Psicoterapeuta Familiar
Psicoterapeuta Gestaltica
Mediadora Familiar
¡Qué te voy a contar yo a ti que no sepas del cuidado!
¡Qué te voy a contar yo a ti del verbo amar, si eres el amor en su máxima expresión!
¡Qué te voy a contar yo a ti del verbo dar, si lo haces a manos llenas!
¡Qué te voy a contar yo a ti…que tu no sepas, pero a pesar de todo…!aquí estoy! para reconocerte que eres la mejor y el mejor del resto de la familia.!
A la hora de la comida, cuando cuidamos de una persona con Alzheimer o cualquier otra demencia adquiere especial relevancia solventar los problemas que surgen, así como promover una buena nutrición.
Son varios los factores que se pueden complicar relacionados con los hábitos alimenticios y la nutrición.
La pérdida paulatina de memoria repercute sin duda en una mala alimentación afectando también a los sentidos y al comportamiento y deteriorando a su vez la salud del enfermo en general. Por eso es muy importante atender a las causas concretas que provocan estos problemas a la hora de la comida para poder remediarlos cuanto antes o al menos intentarlo.
Es frecuente en los enfermos de Alzheimer la falta de interés en la comida lo que nos llevaría directamente a adquirir malos hábitos alimenticios o incluso a la pérdida del apetito y resistencia a comer. Todo esto se puede relacionar con una serie de problemas que vemos a continuación: