El Secreto de mi Muñeca Matrioshka

El Secreto de mi Muñeca Matrioshka

Gloria Martín Díez – AU

En el tiempo de pandemia tú estabas confinada y ahora que ya se puede salir…tú sigues confinada.

Hoy he venido a visitar a mi asiento preferido, el banco de la SOLEDAD, para poder estar un momento conmigo.

No es un banco cualquiera, está a la orilla del mar y tengo suerte por tenerlo, porque cada vez que le visito, aporta luz a mi vida, para poder continuar mi caminar.

De vez en cuando alguien viene y se sienta, está un ratito…y se va. ¡Es el espejo de la vida misma! pero…qué te voy a contar a ti, si esto es lo que estás viviendo en el proceso de CUIDAR.

Ah! Por cierto, en este banco no se sienta la familia, sólo es para el cuidador o cuidadora principal, para la familia que viene y se va, para esas personas tengo otro banco especial. Es un banco sólo para las alegrías, fiestas de cumpleaños, comidas y bodas y al final…quizás para el funeral. Es la foto de familia, esa que yo llamo “familia sólo de foto”.

Pero te garantizo una cosa: la satisfacción que da éste banco, no la encontrarás en otro lugar porque a pesar de los días grises y lluviosos, y cuando tu “confinamiento por AMOR” termine, siempre tendrás el sol en tu vida, porque la satisfacción y la paz que da el cuidar…!dura para toda la vida!.

El cuidado de un familiar querido, yo lo comparo como si te regalaran una muñeca matrioshka. Esta muñeca está hueca por dentro para contener a otra más pequeña y ésta a otra y así sucesivamente. Cada muñeca contiene el secreto más preciado en el mundo del cuidado y aunque tú tienes que descubrir tu secreto porque es estrictamente personal, yo te voy a revelar el mío, porque es con lo que he convivido.

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La Sombra del Olvido de Antonia Portalo S. Un libro muy especial. Mira por Qué!

Portalo comienza a sumirse en una depresión cuando descubre que puede continuar creando, que aunque sus manos se han parado, se le han desplegado dos alas maravillosas de su costado. Y ahí nace: La Sombra del Olvido y muchas otras obras, tanto pictóricas como escritas.

Videopoema: «Si Fallara la Memoria»

Si fallara la memoria A través de nuestro correo electrónico (alzheimeruniversal@gmail.com) nos llegan poemas, cartas, que escribís los cuidadores para que los saquemos a la luz desde esta humilde web. Hoy, en nuestro espacio de: Cartas sobre el Alzheimer, os dejamos la presentación y el videopoema… Me llamo Pilar del Pozo Manchado y soy profesora … Leer más

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9 regalos del Alzheimer Con este título tan optimista, Matilde Mendieta Goicoechea nos enseña a ver la cara positiva de la enfermedad de Alzheimer. Los cuidadores que llevamos ya un tiempo de batalla contra esta enfermedad, nos alegramos de ver cómo por fin, alguien publica que es posible #CuidarEnPositivo, y aún más que sea de … Leer más

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Cuidarte Mejor

Los que convivimos con el Alzheimer o cualquier demencia sabemos lo triste, difícil y solitaria que puede llegar a ser la vida tanto del enfermo como del cuidador, la importancia de aceptar y acompañar con amor y dignidad.

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SILLAS VACÍAS (Reflexiones maravillosas)

SILLAS VACÍAS…

Cuando era más niño, en Navidad le preguntaba  a mi Mamá qué quería y ella me decía salud y que no falte nadie el año que viene. Como casi cualquier niño le decía: no mamá un regalo en serio. Hoy me doy cuenta de cuanta razón tenía, que los regalos no son nada si las sillas están vacías.

Sillas vacías

 Se acercan las Fiestas y empiezan los preparativos: los regalos, la decoración, el menú de la cena, el lugar donde reunirse… Y aparece la pregunta inevitable: «Cuántos somos el 24?». Y en la respuesta, aparecen, implícitamente, las «sillas vacías», las personas que no están…

La persona que está lejos, la que la vida llevó por otro camino, la que eligió no estar, la que se enemistó, la que se llevó la muerte… Y aparece la tristeza. Y las «sillas vacías» duelen. Y necesito ese abrazo contenedor y prolongado que no va a llegar… Y extraño tu sonrisa…Y los ojos se llenan de lágrimas… Y duele… Pero es la realidad. Y a la realidad hay que aceptarla…

Entonces suspiro hondo y giro la cabeza. Y veo las «sillas ocupadas». Son las personas que me aman. Y sonrío. Así es parte de la vida: pérdidas y ganancias…

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